A más de una semana de inaugurar el “Más grande proyecto de transformación ciudadana” en palabras de los voceros de la concertación, el sabor que queda de la experiencia no puede ser más amargo. La verdad sea dicha el Transantiago o transtortuga, transguatazo, translenteja como se ha preocupado de bautizar la prensa al modelo, es un verdadero fracaso desde todos los aspectos, pero vamos por partes y propongamos soluciones que para eso somos nacionalsocialistas, el bien de Chile y sus ciudadanos está siempre primero.
Se dijo de él que iba a significar una mejora sustancial respecto de lo que existía, hasta ahí era creíble porque cualquier cosa era mejor que lo que había hasta ese minuto, pero las ansias de poder y reconocimiento de personajes como el ex Presidente Ricardo Lagos terminaron por hacer naufragar los esfuerzos, por cierto muy loables de la gente que planteo siempre la necesidad del cambio, cuales fueron los errores cometidos y que cosas hubiéramos hecho nosotros de diferente es lo que en este documento vamos a mostrar.
Lo primero hay que dejar claro que el transporte es un tema de estado y es vital para el funcionamiento de la economía y todo lo que atañe a una nación, por lo tanto la primera medida debió ser siempre estatizar el transporte público para evitar los boicots que suelen realizar estos empresarios, quienes sólo piensan en sus bolsillos y jamás en la gente. Lo segundo hubiera sido buscar en Europa un modelo que realmente funcionara, y no la cosa que trajeron de Colombia, siguiendo habríamos debido buscar una solución a la contaminación juntamente con el cambio del transporte, gran parte se habría solucionado incorporando buses eléctricos que hoy por hoy tienen prestaciones bastante aceptables para una ciudad, por lo menos mejores que pintar de nuevo las antiguas micros que fue lo que pasó finamente, también debió diseñarse un modelo de vías más lógico, hoy hay lugares que ni siquiera tienen recorridos, los troncales iban a ser vías exclusivas pero de eso nada pasó, es muy importante esa medida porque así se aseguran los tiempos de viaje y la llegada a los paraderos.
Sin embargo todas estas medidas sólo sirven si el plan se ensaya y comunica a todos los usuarios, se debió realizar una campaña de cómo usar los recorridos en radio, televisión, con cartillas especiales y programas especiales, para educar a las personas que toda su vida han vivido un caos en el transporte. Por último la entrada en vigencia gradual por sectores era la medida más lógica en un caso así, otro punto es que hoy sigue habiendo recorridos que cruzan todo santiago, y se superponen a otros como se suponía no iba a ocurrir.
Todo lo anterior demuestra que la concertación una vez más jugó con la gente, con el pueblo que se supone iba a salir beneficiado, todo porque existía la necesidad del señor Lagos de decir “Yo Fui”, y luego cuando la cosa no funcionó simplemente se escondió, además queda claro también que aquí algún tipo de arreglo financiero recibió alguien pues no puede ser que los famosos buses orugas sean maquinas reacondicionadas y no nuevas como se había dicho, y que se supone que esto iba a ser el fin de las micros amarillas cuando la realidad es que las pintaron de otro color y nada más, los paraderos diferenciados es imposible diferenciarlos pues no está señalado nada, y lo peor es que los números de los recorridos sólo son visible s para alguien que tenga excelente vista pues son tan pequeños que no se distinguen más que estando encima.
Se dijo de él que iba a significar una mejora sustancial respecto de lo que existía, hasta ahí era creíble porque cualquier cosa era mejor que lo que había hasta ese minuto, pero las ansias de poder y reconocimiento de personajes como el ex Presidente Ricardo Lagos terminaron por hacer naufragar los esfuerzos, por cierto muy loables de la gente que planteo siempre la necesidad del cambio, cuales fueron los errores cometidos y que cosas hubiéramos hecho nosotros de diferente es lo que en este documento vamos a mostrar.
Lo primero hay que dejar claro que el transporte es un tema de estado y es vital para el funcionamiento de la economía y todo lo que atañe a una nación, por lo tanto la primera medida debió ser siempre estatizar el transporte público para evitar los boicots que suelen realizar estos empresarios, quienes sólo piensan en sus bolsillos y jamás en la gente. Lo segundo hubiera sido buscar en Europa un modelo que realmente funcionara, y no la cosa que trajeron de Colombia, siguiendo habríamos debido buscar una solución a la contaminación juntamente con el cambio del transporte, gran parte se habría solucionado incorporando buses eléctricos que hoy por hoy tienen prestaciones bastante aceptables para una ciudad, por lo menos mejores que pintar de nuevo las antiguas micros que fue lo que pasó finamente, también debió diseñarse un modelo de vías más lógico, hoy hay lugares que ni siquiera tienen recorridos, los troncales iban a ser vías exclusivas pero de eso nada pasó, es muy importante esa medida porque así se aseguran los tiempos de viaje y la llegada a los paraderos.
Sin embargo todas estas medidas sólo sirven si el plan se ensaya y comunica a todos los usuarios, se debió realizar una campaña de cómo usar los recorridos en radio, televisión, con cartillas especiales y programas especiales, para educar a las personas que toda su vida han vivido un caos en el transporte. Por último la entrada en vigencia gradual por sectores era la medida más lógica en un caso así, otro punto es que hoy sigue habiendo recorridos que cruzan todo santiago, y se superponen a otros como se suponía no iba a ocurrir.
Todo lo anterior demuestra que la concertación una vez más jugó con la gente, con el pueblo que se supone iba a salir beneficiado, todo porque existía la necesidad del señor Lagos de decir “Yo Fui”, y luego cuando la cosa no funcionó simplemente se escondió, además queda claro también que aquí algún tipo de arreglo financiero recibió alguien pues no puede ser que los famosos buses orugas sean maquinas reacondicionadas y no nuevas como se había dicho, y que se supone que esto iba a ser el fin de las micros amarillas cuando la realidad es que las pintaron de otro color y nada más, los paraderos diferenciados es imposible diferenciarlos pues no está señalado nada, y lo peor es que los números de los recorridos sólo son visible s para alguien que tenga excelente vista pues son tan pequeños que no se distinguen más que estando encima.
Finalmente esto demuestra una vez más la improvisación y la falta de respeto que la izquierda ha tenido siempre con los Chilenos, esta vez con la complacencia de los señores del otro bando que se suponen debieran ser oposición. Esto no puede hacer más que darnos más fuerza para seguir adelante y llegar a ser la real alternativa a toda esta gente que hoy está en el poder.
Comité político Movimiento Nacionalsocialista de los Trabajadores Chilenos M.N.S.T.C.H
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